Todo comenzó...
Como consecuencia de la incorporación del segundo Benchijigua, Ferry Gomera había estudiado la posibilidad de ampliar su cobertura con una nueva línea entre los puertos de Playa Blanca (Lanzarote) y Corralejo (Fuerteventura), en la que se emplazó el primer Benchijigua, rebautizado con el nombre de Betancuria.
La línea funcionó por espacio de seis meses, entre agosto de 1981 y febrero de 1982, fecha en la que se suspendió debido a serios problemas técnicos que hacían peligrar la maniobra del buque. Esta circunstancia no supuso su cancelación definitiva y, tras realizar una serie de estudios de mercado, Ferry Gomera decidió restablecer el servicio y en septiembre de 1988 adquirió en el mercado internacional el barco Sunflower, de bandera panameña, que estaba operativo en el Mar Báltico y que fue rebautizado Betancuria.
Valió la pena esperar
El 24 de julio de 1989 se inició el servicio después de una larga espera de ocho meses en la que se tramitaron los documentos necesarios para la puesta en servicio del ferry, lo que se materializó tras la autorización de la Dirección General de la Marina Mercante. En 1990 resultaba importante destacar el hecho de que, en tan sólo un año, el Ferry Betancuria, además de captar una cuota mayoritaria en el mercado, se había consolidado y creado un sólido prestigio entre usuarios y agentes de viaje del área. A la tradicional calidad en el servicio se unió una fuerte labor de promoción y una política de precios moderados, factores que resultaron decisivos a la hora de conseguir todos los objetivos que se habían trazado para el primer año de operaciones.
El servicio se inició con cuatro viajes diarios de ida y vuelta de 30 minutos de duración y con base en Corralejo, puerto en el que el Ferry Betancuria permanecía durante la noche.
Cambiando ¡siempre para mejorar!
El crecimiento del tráfico entre las dos islas orientales determinó la adquisición en 1992 del buque Buganvilla, con capacidad para 1.000 pasajeros y 104 coches, lo que motivó el amarre del Betancuria.
A finales de 2003, el moderno Fast Ferry Bocayna Express, sustituyó al Buganvilla. Se trata de un moderno catamarán construido en Australia a la medida de las necesidades del tráfico marítimo entre las dos islas, el cual realizará la travesía en tiempo récord, tan sólo veinticinco minutos, y sin renunciar a los atractivos que demandan los clientes: comodidad, capacidad y por supuesto, servicio.
En 2022, y ante el incremento de viajeros tanto locales como visitantes entre Lanzarote y Fuerteventura, Fred. Olsen apostó por la compra de un nuevo catamarán para ofrecer un mejor servicio y más frecuencias entre estas dos islas. Así llegó a Canarias el Buganvilla Express (actualmente renombrado como Buganvilla), un pequeño miniferry con un diseño orientado al confort y perfecto para disfrutar de las extraordinarias vistas en el canal de la Bocaina.